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ECOVIN, la asociación federal de fincas vitivinícolas alemanas que trabajan de forma ecológica, hace un balance ambivalente de la campaña de 2017: "En promedio, las cantidades de todas las zonas de cultivo alemanas resultaron ser muy inferiores a la media a largo plazo. Sin embargo, las cualidades son convincentes", dice en un comunicado de prensa.
El clima cálido de marzo hizo que las vides brotaran pronto en la mayoría de las zonas. Sin embargo, a finales de abril se produjo una helada, por lo que muchos de los brotes jóvenes se congelaron y se secaron. "Estas noches frías golpean con fuerza el cultivo de frutas y hortalizas, además de la viticultura, lo que explica que la cosecha de uva de este año sea tan escasa", señala ECOVIN. Además, en el curso posterior de la vegetación, se produjeron daños de alimentación por parte de animales e insectos, así como fuertes lluvias y daños por granizo en algunas regiones.
Debido a la humedad del otoño, también fue necesario actuar con rapidez y seleccionar meticulosamente las uvas para la vendimia. "La cosecha comenzó muy pronto, a finales de agosto, y en algunos lugares ya había terminado a finales de septiembre", explica ECOVIN. En la última semana de octubre, se terminó en todo el país.
Erik Riffel, presidente de los miembros de ECOVIN de Rhin-Hesse, se expresa de forma positiva: "Allí donde las uvas pudieron cosecharse sin daños, se presenta una añada de primera con una alta madurez y una acidez crujiente" La asociación anuncia: "El amante del vino puede esperar vinos frescos, afrutados y aromáticos, aunque seguramente habrá subidas de precio moderadas"
(CS / Comunicado de prensa; Imagen: ECOVIN / Cam Soergel)