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El director general de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), Jean-Marie Aurand, presentó en París las cifras de la viticultura mundial 2016. Según estas cifras, el año pasado se produjeron 267 millones de hectolitros de vino. Esto supone un descenso del 3% respecto al año anterior. El tamaño de la superficie mundial de viñedos se mantuvo prácticamente igual en 2016, con 7,5 millones de hectáreas. El consumo de vino, también, fue de 242 millones de hectolitros, que es casi el mismo nivel que en 2016. El comercio mundial de vino disminuyó un 1,2% con 104 millones de hectolitros. Sin embargo, el valor registró un aumento del 2%, con 29.000 millones de euros.
En términos de superficie de cultivo, el vino chino, en particular, creció significativamente: la superficie aumentó en la friolera de 16.800 hectáreas hasta llegar a las 847.000 hectáreas en comparación con 2015. En Europa, los valores cambiaron poco. Sólo en Italia, la superficie de viñedo creció en 8.200 hectáreas. Sin embargo, en Portugal y Turquía se cultivaba menos vino. Según las cifras, España sigue siendo el líder en cuanto a superficie de viñedo, con algo menos de un millón de hectáreas, seguida de China, con 847.000 hectáreas, Francia, con 790.000 hectáreas, Italia, con 690.00 hectáreas, y Turquía, con 480.000 hectáreas.
El mayor país productor del mundo sigue siendo Italia, con 50,9 millones de hectolitros, seguido de Francia, con 43,5 millones de hectolitros, y España, con 39,3 millones de hectolitros.
Según las cifras de la OIV, el mayor consumo de vino del mundo en 2016 fue el de Estados Unidos, con 31,8 millones de hectolitros, seguido de Francia, con 27 millones, Italia, con 22,5 millones, Alemania, con 20,2 millones, y China, con 17,3 millones de hectolitros. En Hungría, Argentina y Rumanía se consumió menos vino que en 2015.
(uka / Foto: OIV)