|
|
La región meridional italiana de Apulia sufre una sequía extrema. Según el diario Corriere del Mezzogiorno, la situación de la agricultura es dramática. Viticultores y horticultores califican la situación de catastrófica y desesperada.
"Nunca he visto nada igual", declaró a Corriere del Mezzogiorno Mario De Matteo, gerente de la explotación agrícola Il Vignale, de 200 hectáreas, cerca de Foggia. "Dentro de unos días, tendremos que dejar de cultivar porque el agua que queda sólo puede utilizarse para el consumo humano". La situación se agrava por la mala calidad del agua. A menudo es salobre y, por tanto, inadecuada para el riego. En cuanto a soluciones inmediatas, De Matteo responde: "No se puede hacer nada".
A pesar de los modernos sistemas de riego, como el riego por goteo y los sensores de humedad del suelo, la falta de lluvia y el descenso de la capa freática frustran los esfuerzos técnicos.
La escasez de agua afecta también a otras regiones del sur de Italia. En la primavera y el verano de 2024, se registraron precipitaciones históricamente bajas en el sur del país. Esto provocó importantes pérdidas en la producción de trigo, aceitunas y uvas. Como consecuencia, la región de Sicilia declaró el estado de catástrofe natural el pasado mes de abril.
"Las vides están sufriendo la falta de agua, sobre todo en las provincias de Trapani y Palermo, al oeste de la isla", afirma Mattia Filippi, enólogo y fundador de la consultora Uva Sapiens. La sequía extrema se debe en parte a que en Sicilia ya ha llovido menos de lo habitual en los últimos tres años. De seguir así, existe el riesgo de que algunas zonas se desertifiquen por completo. El gobierno regional también debe intervenir urgentemente. Según Filippi, en las últimas décadas no se ha invertido en nuevos embalses ni en la modernización de las infraestructuras hídricas existentes.
(ru / Gambero Rosso; investigación propia)