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La floración de las vides está llegando a su fin en las zonas vinícolas alemanas. El Instituto Alemán del Vino (DWI) informa de que las fechas son más o menos las mismas que la media de 30 años.
Dado que, tras la floración, las uvas tardan unos 100 días en estar maduras para la vendimia, este año se espera que la cosecha comience a mediados de septiembre, lo que supone un retraso considerable con respecto a la tempranísima vendimia de 2018. Según el estado actual, se espera que las uvas Riesling alcancen la madurez para la cosecha a finales de septiembre.
En general, la floración de las vides ha ido bien este año. Gracias al buen cuajado de los frutos, las perspectivas de rendimiento para la cosecha 2019 son prometedoras.
(uka / Foto: Instituto Alemán del Vino)