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La UE ha puesto cinco millones de euros a disposición de investigadores de Francia, España, Italia, Alemania, Suiza, Austria y Serbia para la obtención de nuevas variedades resistentes. 21 socios, entre ellos institutos vitícolas y bodegas, quieren desarrollar conjuntamente nuevas variedades de uva resistentes a las enfermedades. De este modo, la UE espera reducir el uso de pesticidas químicos.
Antes de iniciar el proceso de selección, los científicos quieren conocer mejor las bases moleculares de la susceptibilidad y resistencia de las vides a los patógenos. A continuación, en colaboración con los viticultores, intentarán desarrollar variedades que preserven las características tradicionales de los vinos y, al mismo tiempo, muestren resistencia a las enfermedades. Al final del programa se publicarán ayudas a la toma de decisiones para la selección de variedades y consejos prácticos sobre cómo optimizar sus métodos de cultivo.
"Nos aseguraremos de que estas variedades se adapten a las diferentes condiciones locales de medio ambiente y suelo", explica Komlan Avia, responsable de investigación del Instituto INRAE de Colmar (Alsacia) y coordinador del proyecto denominado "GrapeBreed4IPM".
(ru / Vitisphere)