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Varios aficionados al vino pasaron la noche en tiendas de campaña frente a la tienda principal de la empresa estatal noruega Vinmonopolet, en Oslo. Algunos incluso aguantaron varias semanas a temperaturas bajo cero para hacerse con botellas raras de Borgoña, entre ellas tres botellas de Romanée-Conti Grand Cru y crus de Domaine Armand Rousseau.
Este ritual se repite desde hace varios años. Este año, los tres primeros campistas llegaron el día de Año Nuevo, exactamente un mes antes de la salida anual de Borgoña de Vinmonopolet, el 1 de febrero. "Algunos campistas pasaron un mes fuera. Hacía mucho frío, con temperaturas de hasta 20 grados bajo cero", explica Arnt Egil Nordlien, jefe de producto de vinos de alta gama en Vinmonopolet.
Sólo los primeros de la cola tuvieron la oportunidad de conseguir las botellas especiales para su bodega. Los que esperaban pasaron el tiempo con juegos de mesa y aperitivos, entre otras cosas. El día anterior al lanzamiento, 56 personas pasaron la noche fuera de la tienda más grande del minorista. Cuando la tienda abrió a las 10.00 horas, había hasta 200 personas en la cola. Esto significa que todos los vinos de alta gama de Borgoña en Noruega están ya agotados para este año. Las botellas de Romanée-Conti Grand Cru 2020 se ofrecieron a un precio de venta al público de 7.125 euros por botella.
(ru / Decanter)