En la Federación Rusa ha entrado recientemente en vigor una nueva ley sobre el vino, mucho más estricta que antes.
La ley "Viticultura y vinificación en la Federación Rusa" define por primera vez que el vino debe estar compuesto por uvas fermentadas. Debe tener una graduación alcohólica de entre 7,5 y 18% en volumen. Además, ahora se define que el "vino ruso" sólo puede producirse con uvas nacionales. Hasta ahora, esto no estaba claramente regulado. A partir de ahora, los vinos que se comercialicen deberán documentar la variedad de uva, el origen y la añada en la etiqueta. Las cantidades cosechadas en las zonas de cultivo deben comunicarse a las autoridades antes del 1 de diciembre del año de la cosecha. Además, las zonas de cultivo deben estar protegidas por denominaciones de origen definidas. Con la nueva normativa, el país quiere promover su viticultura y, al mismo tiempo, dificultar el fraude.
Según la OIV, Rusia cuenta actualmente con unas 95.000 hectáreas de viñedos; según las cifras actuales, Alemania tiene algo menos de 105.000 hectáreas.