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Los productores mundiales de vino emitieron alrededor de 96 millones de toneladas de CO2 en 2021, según un análisis de la consultora global estadounidense Kearney. En comparación con 2018, el valor ha descendido mínimamente, ya que entonces rondaba los 97 millones de toneladas. Sin embargo, este descenso se debe a una producción ligeramente menor, ya que las emisiones de CO2 por litro en realidad aumentaron durante este periodo: de 3,5 a 3,7 kilogramos.
"Los productores de vino y destilados han experimentado un aumento relativo de sus emisiones, mientras que los productores de cerveza, sidra y refrescos han sido los más eficientes a la hora de reducir su huella de carbono. Redujeron sus emisiones entre un ocho y un nueve por ciento desde 2018", escriben los responsables del estudio.
Según el estudio, las materias primas, como el procesamiento de la vid, las plantas y el suelo, fueron responsables de un total del 35% de las emisiones, el envasado del 23%, las operaciones, incluidos los equipos y el almacenamiento, del 11%, y el transporte del 13%.
(uka / Fuente: Harper's, Kearney)