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Un grupo de viticultores de Francia, Italia, Alemania, Grecia y Georgia aboga por el cultivo de vides sin raíces y planteó demandas concretas durante una reunión en Montecarlo. Así, quieren conseguir una modificación de la legislación europea por la que se permita y regule claramente la plantación de vides sin raíz. Por otro lado, luchan por el reconocimiento de las vides sin raíces como patrimonio cultural mundial de la Unesco. Loïc Pasquet, que está produciendo el vino más caro del mundo con su Burdeos "Liber Pater" en la denominación Graves a un precio de botella de unos 30.000 euros, está a la cabeza del movimiento. Según el Sr. Pasquet, cada viticultor debería poder decidir por sí mismo si quiere correr el riesgo de que sus vides sean atacadas por la filoxera.
"Si plantamos una vid sin raíces en el lugar donde nació, salvamos un patrimonio", dijo Loïc Pasquet. Se trata, según él, de "dejar de cocinar sopas de variedades de uva", responsables, según Pasquet, de la industrialización de la viticultura y de la estandarización del sabor del vino. Las cepas fieles a sus raíces permiten producir vinos que son "realmente la expresión cultural de un lugar".
(ru / Fuente: Winenews; Foto: ru)