En la bodega española Cepa 21 de Castrillo de Duero, un enmascarado abrió de noche los grifos de cinco depósitos de acero. Se derramaron unos 60.000 litros de vino por un valor estimado de 2,5 millones de euros. Según la empresa, entre los afectados se encuentran vinos de las marcas premium Malabrigo y Horcajo.
El presunto acto de sabotaje fue grabado por las cámaras de seguridad, según declaró a los medios de comunicación españoles el director general de la bodega, José Moro. Desde luego, no se trató de un intento de robo, afirmó. Las grabaciones de vídeo demuestran que el autor conocía perfectamente las instalaciones de la bodega. Podría tratarse de un acto de sabotaje o venganza, según los medios de comunicación. El responsable de la bodega dijo que tenían una ligera sospecha, pero no quiso entorpecer la investigación policial.
(ru / Spiegel)