No nos dejemos engañar por la impresión, el Chianti Classico no sólo se compone de Castello di Ama, Felsina, Fontodi, Fonterutoli y Brolio. La mayor parte de la superficie de viñedo, que asciende a unas 10.000 hectáreas -de las cuales unas 7.000 son de Chianti Classico y el resto de IGT-, es cultivada por medianos y pequeños viticultores. A muchos de ellos no los conoce nadie, porque su autocomercialización es débil. Así, aproximadamente un tercio del Chianti Classico sigue cambiando de manos como vino a granel.
La venta de vino a granel a los embotelladores solía ser un buen negocio. A finales de los años 90 y de nuevo en 2002, los viticultores recibieron primero el equivalente a 3,50 euros y luego incluso casi 4,50 euros por litro para su Chianti Classico joven. Era mucho dinero; era suficiente para cubrir los gastos y reservar algo.