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El rendimiento autorizado para la vendimia en Champaña se fijó en 11.400 kg por hectárea. Se trata de 600 kg menos que en 2022, pero el límite máximo para la reserva se elevó de 8.000 a 10.000 kg. La reserva se introdujo ya el año pasado, se compone de vinos de añadas anteriores y sirve para compensar las malas cosechas. El aumento tiene por objeto permitir a los productores de Champagne incluir en la reserva la cosecha de 2023, potencialmente prometedora, con el fin de alcanzar el rendimiento disponible determinado conjuntamente en los años de bajo rendimiento. De este modo, la asociación sectorial Comité Champagne (CIVC) pretende mantener el equilibrio del mercado.
Según el CIVC, el rendimiento por hectárea en Champagne ha caído un 26% en los últimos 12 años. Las razones son los cambios climáticos, las enfermedades de la vid y el envejecimiento de la población vitícola. Por ello, se decidió aprovechar al máximo las cosechas buenas y de alto rendimiento con la reserva para reforzar la capacidad de recuperación de la economía de Champagne.
Por el momento, el estado sanitario de las vides era en general muy bueno. Los daños causados por las heladas sólo afectaron al 1,5% de los viñedos y los causados por el granizo sólo al 0,3%. La infestación por oídio y mildiu también está dentro de los límites. Sólo la insuficiencia de agua en los suelos es motivo de preocupación. El Comité Champagne espera que la vendimia comience en la primera decena de septiembre y prevé unas ventas anuales de 314 millones de botellas, tras los 326 millones del año anterior. La cifra se basa en las estimaciones del primer semestre de 2023, cuando los volúmenes cayeron un 4,7%. El Comité señaló que 2022 había sido "un año excepcionalmente exitoso" tras la escasa cosecha de 2021 y con efectos de recuperación tras la pandemia.
(al / Fuente: Comité Champagne)