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La decisión de las regiones vitícolas del sur de Francia, Corbières y Fitou, de abandonar la asociación a finales de año, adoptada el 22 de junio, plantea difíciles retos al CIVL (Conseil Interprofessionel des Vins du Languedoc). Desde hace tiempo, los representantes de las dos regiones no estaban satisfechos con la orientación de la comunicación de la asociación y se consideraban insuficientemente tenidos en cuenta en los esfuerzos de marketing del CIVL. "La raíz de esta decisión está en la falta de comunicación de la CIVL con respecto a nuestro nombre", explica en una entrevista Olivier Verdale, Presidente de la asociación de Corbières.
Con la escisión, la CIVB perderá gran parte de sus ingresos, denominados "cotizaciones voluntarias obligatorias". Éstas ascienden a 3 euros por hectolitro. Con una producción anual de entre 200.000 y 250.000 hectolitros de vinos DOC -casi tanto como todo el Languedoc-, esto supone una merma de entre 600.000 y 750.000 euros. Corbières ha anunciado que tomará medidas en su propia región y que hablará con otros antiguos miembros de la CIVL descontentos sobre una posible cooperación. La denominación de Faugères también decidirá en breve si abandona la CIVL.
(al / fuente: vitisphere)