Debido al cambio climático, cerca de la mitad de las zonas vitivinícolas del mundo están en peligro. Esto es lo que informan científicos y expertos en viticultura canadienses y españoles en un estudio conjunto publicado recientemente en la conocida revista "Proceedings of the National Academy of Sciences" de Washington.
Para ello, analizaron datos y registros mundiales sobre la evolución de la maduración entre 1956 y 2015 de las variedades Cabernet Sauvignon, Chasselas, Chardonnay, Garnacha, Merlot, Mourvèdre, Pinot Noir, Riesling, Sauvignon Blanc, Syrah y Trebbiano. Combinaron los resultados con datos sobre la evolución de la temperatura global entre 1880 y 2013 y sacaron conclusiones sobre cómo podrían evolucionar las variedades con el aumento del calor.
El pronóstico: si las temperaturas medias aumentaran dos grados, la superficie mundial de las regiones vitivinícolas se reduciría en un 56%, si el cultivo de los distintos tipos de uva se mantuviera al nivel actual. Con un aumento de cuatro grados, sería de hasta el 85%. Por ello, los científicos aconsejan a los viticultores que cambien a variedades que soporten mejor el calor que las actuales. Sin embargo, incluso con una adaptación óptima de la viticultura, el equipo predice una disminución de los viñedos en un 24%. En Borgoña, por ejemplo, sugieren cultivar las variedades resistentes al calor Mourvèdre o Grenache en lugar de Pinot Noir. En el Bordelais, el Cabernet Sauvignon y el Merlot también podrían ser sustituidos por el Mourvèdre.
En cambio, las regiones de cultivo más frías, como Nueva Zelanda, el noroeste de Estados Unidos y también Alemania, sobrevivirían relativamente indemnes a un aumento de la temperatura de dos grados. Podrían convertirse en un nuevo hogar para variedades como el Merlot o la Garnacha.
(uka / Foto: Instituto Alemán del Vino)