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El consumo anual de vino en Francia podría disminuir entre 4,6 y 6,4 millones de hectolitros de aquí a 2034, según una estimación del Comité Nacional de las Interprofesiones Vinícolas (CNIV). Esto corresponde a un descenso de entre el 17% y el 25%. En 2022, se comprarán en Francia 23 millones de hectolitros de vino. Según el CNIV, el desfase entre consumo y producción de vino, que actualmente se refleja en las campañas de destilación y arranque, no será coyuntural sino a largo plazo y estructural.
La razón de estas hipótesis es la evolución demográfica y los cambios de estilo de vida asociados. Según los datos del instituto de estudios de mercado Kantar sobre el consumo en el hogar, sólo dos tercios de los jóvenes de 18 a 35 años compran vino tranquilo, una media de 13 botellas al año, mientras que las personas mayores consumen 61 botellas al año.
"El resultado es chocante, pero no debemos mirar hacia otro lado", advierte Bernard Farges, presidente de la CNIV, señalando que "hay que actuar. Nuestra capacidad de producción ya está sobredimensionada en algunos lugares y lo estará más si no hacemos nada, si no cambiamos nuestros productos, si seguimos promocionando el vino como hasta ahora." Por eso, en el futuro, el objetivo es atraer más a los jóvenes y, sobre todo, a las mujeres. Según cifras de la asociación InterLoire, por ejemplo, el 60% de los consumidores jóvenes son mujeres.
(al / fuente: vitisphere)