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Un metaestudio publicado en el portal científico en línea Oeno-One concluye que el consumo moderado de vino no tiene un impacto negativo en el riesgo de desarrollar o progresar enfermedades inmunomediadas. Entre las enfermedades inmunomediadas se incluyen las alergias, la celiaquía y la diabetes de tipo 1, las enfermedades inflamatorias neurológicas como el reumatismo, la inflamación intestinal y las infecciones víricas como los resfriados y la COVID-19. El análisis del estudio realizado por un equipo internacional dirigido por investigadores de la Universidad de Milán evaluó de forma crítica los trabajos científicos existentes. El objetivo del análisis era determinar si las bebidas alcohólicas pueden influir positiva o negativamente en la frecuencia y gravedad de dichas enfermedades. destilados Sólo se evaluó la bibliografía en la que se especificaban las bebidas analizadas (vino y cerveza).

Aunque actualmente existe un consenso general en que el consumo de alcohol es perjudicial para el sistema inmunitario, los estudios científicos analizados en esta revisión llegaron a conclusiones diferentes. Mientras que los efectos positivos se deben en algunos casos al propio alcohol, para algunas afecciones el vino es responsable de tendencias más favorables en comparación con otras bebidas alcohólicas.

destilados Por ejemplo, una de las conclusiones del estudio es que el consumo moderado de vino no tiene efectos negativos sobre el riesgo de complicaciones de la diabetes, mientras que los abstemios y los hombres que lo consumen tienen un riesgo mayor. Además, los datos disponibles sugieren que el consumo moderado de vino tiene incluso un efecto protector sobre el desarrollo de algunas infecciones víricas como el resfriado común y la COVID-19. Se han obtenido datos confirmatorios en estudios sobre vinos espumosos, blancos y tintos, siendo estos últimos los que tienden a ser más eficaces. Los investigadores lo atribuyen al contenido de moléculas biológicamente activas. El vino tinto, que mostró la mayor eficacia, es el más rico en polifenoles. destilados No se observó ningún efecto protector con la cerveza y el.

Los autores del estudio subrayan que el número de estudios que cumplían los criterios de inclusión seleccionados es reducido. Sin embargo, a pesar de los escasos datos disponibles, puede concluirse que el consumo moderado de vino no aumenta el riesgo de padecer enfermedades inmunomediadas ni influye negativamente en su evolución.

(al / Fuente: Oeno-One)

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