El número de infracciones graves de la legislación vitivinícola sigue siendo bajo. La Oficina Estatal de Investigación (LUA) para el control del vino en el estado alemán de Renania-Palatinado anunció su balance del año 2022. La LUA realizó inspecciones en 4.150 bodegas y tomó 3.900 muestras para análisis de laboratorio. 52 muestras de vinos nacionales y extranjeros (1,3%) se clasificaron como engaños graves. Se comprobó que incumplían los valores límite o que habían sido sometidas a tratamientos inadmisibles, como la adición de aromas extraños al vino.
La gran mayoría de las reclamaciones se referían a un etiquetado incorrecto, como información falsa sobre el contenido de alcohol, el sabor (seco o semiseco) o las variedades de uva. También se detectaron defectos debidos a un almacenamiento inadecuado en la venta al por mayor y al por menor. En este caso, estaban especialmente afectadas las botellas piccolo de vinos espumosos y de aguja, que se dejaban al sol durante demasiado tiempo y se clasificaban como sobrealmacenados sensorialmente. Se presentaron otras denuncias por la tenencia de libros de bodega y el uso inadmisible de términos en la etiqueta, así como por "uso ilícito de premios y medallas para añadas no premiadas". Los límites de metales pesados y alérgenos no se superaron en ninguna muestra.
Se objetaron 277 muestras de un total de 3.700, lo que corresponde al 7,1%. Renania-Palatinado es el mayor estado alemán productor de vino, con seis de las 13 regiones vitícolas. Se trata de Rheinhessen, Pfalz, Mittelrhein, Nahe, Ahr y Mosel. En total, los viñedos y bodegas producen unos 600 millones de litros de vino y mosto al año, lo que supone dos tercios del vino de Alemania.
(al / Fuente: LUA Renania-Palatinado)