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François B., que, como se informó, fue juzgado el viernes en Dijon por el robo de 7.000 botellas de Borgoña, ha sido condenado a un año de prisión con suspensión de pena y a pagar una multa de 10.000 euros. Este hombre de 57 años, casado y padre de tres hijos, trabajaba como técnico de mantenimiento en varias bodegas importantes de Beaune. En los últimos 15 años robó unas 7.000 botellas, que guardaba en bodegas. El juicio se centró en los años comprendidos entre 2017 y 2024, durante los cuales robó 1.059 botellas y 159 magnums de Albert Bichot y 226 botellas y 25 magnums de Joseph Drouhin. El valor estimado de los vinos era de 641.805 euros.
El abogado defensor de François B. declaró que se le había diagnosticado cleptomanía, es decir, un impulso compulsivo de robar. No vendió ni abrió ni una sola de las botellas robadas. Compró otros vinos para consumo propio. François B. declaró al juez que había robado los vinos "para llenar un vacío". Entonces le bastó con "sentarse en medio de su bodega y mirar las botellas". Fueron devueltas a sus legítimos propietarios completamente intactas. Albert Bichot sólo exigió un euro simbólico como indemnización. El abogado justificó esta decisión del siguiente modo: "No queremos sobrecargar a este hombre. Era un empleado valioso y comprometido. Por eso, como técnico de mantenimiento, tenía acceso a todas las instalaciones aseguradas".
Aunque se trataba de uno de los mayores robos de vino de la historia de Francia, el juez dictó una sentencia suspendida. François B. no tenía antecedentes penales, había confesado y no había obtenido ningún beneficio comercial de los robos.
(al / Fuente: decanter)