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La bodega de Dürnberg, en la región austriaca de Weinviertel, inició el 21 de octubre la emisión de acciones para una ampliación de capital por valor de seis millones de euros. Sólo dos semanas después, ya se han asignado dos tercios de las acciones, por valor de 4 millones de euros. Más de 3.500 amantes del vino se convirtieron así en nuevos copropietarios. Dürnberg no busca deliberadamente grandes accionistas, sino que limita la participación máxima por persona a 5.000 euros.
El copropietario y director comercial Georg Klein explicó: "Si sigue a este ritmo, es posible que se alcancen los seis millones de euros antes de que finalice el periodo de suscripción el 17 de noviembre". Ya en la fase previa, 17.000 amantes del vino se habían registrado como interesados en el sitio web de la bodega. Está abrumado por la respuesta: "Buscamos verdaderos amigos del vino y queremos volver a estrechar la relación entre viticultor y cliente. Hoy, cuando todo es cada vez más virtual, por desgracia esto se ha perdido un poco".
La ampliación de capital pretende cerrar la última fase de expansión de la bodega, fundada hace 30 años: Está previsto construir una bodega de barricas, una bodega de crianza de botellas, espacio de almacenamiento adicional y una sala de degustación concebida como un "oasis de placer". Los accionistas reciben beneficios exclusivos y son copropietarios, incluido el derecho a dividendos y los derechos de cogestión.
La bodega Dürnberg de Falkenstein cultiva 60 hectáreas de vino, principalmente de las variedades Grüner Veltliner y Borgoña. Los vinos están certificados como sostenibles y veganos, y actualmente se está llevando a cabo la conversión a la agricultura ecológica. La empresa produce 400.000 botellas al año, de las que exporta el 60%, y emplea a 13 personas.
(al / Fuente: Bodega Dürnberg, Foto: Manfred Klimek)
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