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En Francia hay que limpiar más de 100.000 hectáreas de viñedos, afirma Gérard Bancillon, Presidente de la Asociación de Vinos con Indicación Geográfica Protegida (IGP). Prevé un exceso de capacidad de 5 millones de hectolitros de vino tinto, que habría que retirar del mercado mediante destilación y otras intervenciones. De lo contrario, "amenaza una catástrofe en dos meses". Por ello, Bancillon insta a que se apliquen rápidamente las ayudas anunciadas para el sector vitivinícola. Hay muy pocas reservas y el mercado está muy ajustado. Al mismo tiempo, muchas bodegas tienen que hacer frente a sus pagos corrientes.
Según Bancillon, es necesario definir con precisión la aplicación de las campañas de arranque previstas para lograr un éxito sostenible. Hasta ahora, en Francia se ha hablado de una prima por arranque de hasta 4.000 euros por hectárea. Sin embargo, si se eliminaran los bordes y huecos de los viñedos durante la prospección precisa, podría perderse hasta 15% de la superficie por viñedo. Entonces "no quedaría nada de los 4.000 euros por hectárea". No deben anunciarse 80 millones de euros, de los que sólo pueden utilizarse 20 millones. El dinero debe poder beneficiar a todos los viñedos", explicó Bancillon. Tras las clamorosas protestas de los viticultores, el gobierno francés ha anunciado una ayuda de urgencia de 80 millones de euros.
En California, el presidente de la Allied Grape Growers Association, Jeff Bitter, también causó revuelo al afirmar que unas 12.000 hectáreas de viñedos tendrían que ser arrancadas allí para hacer frente a la caída de la demanda. "En tres de los últimos cinco años -2019, 2020 y 2023- hemos dejado uvas colgadas en las viñas. Llevamos cinco años con un exceso de oferta estructural, lo que indica que tenemos que reducir nuestra superficie para equilibrar la oferta y la demanda." También recomienda arrancar en denominaciones tan conocidas como Sonoma, Monterey y Santa Bárbara.
(al / fuente: vitisphere; decanter)