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La fiscalía francesa ha abierto dos investigaciones sobre trata de seres humanos en la región de Champaña. Durante un control rutinario en el pueblo de Nesle-le-Repons, en el valle del Marne, la policía y los investigadores de la lucha contra el tráfico de seres humanos encontraron a 52 temporeros indocumentados alojados en condiciones "abominables". Los trabajadores estaban "hambrientos y agotados".
Los funcionarios descubrieron "refugios improvisados, edificios en mal estado, condiciones antihigiénicas, falta de limpieza y desinfección, un estado repugnante de los aseos, instalaciones sanitarias y zonas comunes, y acumulación de heces en las instalaciones sanitarias", según un informe de la prefectura competente.
Los trabajadores, procedentes de Senegal, Mali, Mauritania, Guinea y Gambia, contaron a los periodistas que habían sido contratados en París para vendimiar en Champagne por 80 euros al día. Sin embargo, no les pagaron el salario, sólo les dieron un saco de arroz y unas pocas uvas como comida. Mientras tanto, el Ejército de Salvación les ha alojado en hoteles de Châlons-en-Champagne y Reims.
El incidente no es el único en Champaña: ya a principios de septiembre, las autoridades francesas descubrieron a 18 vendimiadores búlgaros alojados en condiciones potencialmente peligrosas en Cuis, cerca de Epernay. En otro caso reciente, unos 150 vendimiadores ucranianos fueron encontrados en un edificio en ruinas en condiciones antihigiénicas en Mourmelon-le-Petit, en el valle del Marne. Las autoridades ordenaron el cierre del edificio y enviaron una advertencia al propietario.
Céline Fassey, fiscal adjunta de Châlons-en-Champagne, declaró a la agencia de noticias AFP que "varias empresas" estaban en el punto de mira. Sin embargo, no precisó para qué casas de champán habían trabajado los cosechadores.
(uka / Fuentes: Decanter, AFP, medios regionales)