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Según la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), la producción mundial de vino de este año se sitúa en su nivel más bajo de los últimos 60 años. Así lo anunció la organización intergubernamental en una rueda de prensa en Dijon. Parte de un volumen estimado de entre 242 y 247 millones de hectolitros. La estimación media de 244 millones de hectolitros sería, por tanto, un 7% inferior al volumen ya por debajo de la media del año anterior. No obstante, las estimaciones deben interpretarse con cautela, ya que algunos países productores aún no han facilitado datos.
En la UE, los volúmenes de producción se situarán un 8% por debajo de la media quinquenal. Italia (-12%) y España (-11%), en particular, registraron un descenso significativo respecto a 2022, lo que convierte a Francia en el mayor productor mundial, con un volumen de producción ligeramente superior a la media quinquenal. En Alemania, cuarto país productor europeo, la OIV prevé un ligero aumento del 1%, hasta los nueve millones de hectolitros. Mientras que en Estados Unidos se espera un aumento del volumen de producción del doce por ciento, países como Australia, Argentina, Chile, Sudáfrica y Brasil prevén volúmenes más bajos debido a las problemáticas condiciones meteorológicas. Según la OIV, las condiciones meteorológicas extremas, como las heladas tempranas, las fuertes lluvias y la sequía, también han tenido un impacto significativo en la producción de vino este año.
Sin embargo, el descenso global del consumo de vino y los elevados niveles de existencias hacen más probable que el menor volumen de producción vuelva a equilibrar el mercado mundial.
(ru / OIV)