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La asociación del sector Comité Champagne ha anunciado las primeras estimaciones para el ejercicio de la denominación a finales de 2023. Según el diario francés Le Figaro, el año pasado se vendieron entre 300 y 305 millones de botellas de champán. Esto supone un 7% menos que en 2022, cuando se vendieron más de 325 millones de botellas.
La inflación y las elevadas existencias frenan la demanda nacional e internacional. Alrededor del 40% de la producción de champán se mantiene en Francia. Con 123 a 125 millones de botellas vendidas allí, se espera un descenso de alrededor del 9,4% en comparación con el año anterior. Según el Comité Champagne, las ventas en comercio minorista de alimentación en particular han caído un 20%. Las ventas en los mercados internacionales parecen menos dramáticas, con unos 175 millones de botellas y un descenso del 6,4%.
Como el precio medio de la botella ha seguido subiendo, la asociación espera que las ventas se mantengan en el nivel del año anterior, 6.300 millones de euros, a pesar del descenso del volumen. En particular, las casas de champán de renombre han aumentado considerablemente sus precios y han podido compensar así el descenso de las ventas. La situación del mercado es más difícil para los viticultores independientes.
"En 2022, los clientes compraron más de lo que necesitaban por miedo a la escasez de producto. Los almacenes estaban bien surtidos. No fue así en 2023, los minoristas fueron más prudentes a la hora de hacer pedidos", comenta David Chatillon, Vicepresidente del Comité Champagne, sobre las cifras.
(ru / Le Figaro, Agrisole)