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El norte de Italia sufre una sequía extrema, con niveles históricamente bajos de lagos y ríos. El Piamonte, la Lombardía, el Véneto y Emilia-Romaña están especialmente afectados. Según la asociación italiana de agricultores Confagricoltura, los daños a la agricultura ascienden ya a dos mil millones de euros. El Secretario de Estado del Ministerio de Agricultura, Gianmarco Centinaio, anunció un decreto para salvar la agricultura. La situación es grave. Por ello, las regiones italianas piden el estado de emergencia nacional y esperan una ayuda rápida del Gobierno. Las primeras regiones ya han decidido el racionamiento, muchos municipios han prohibido el uso del agua por la noche. Emilia-Romaña declaró el estado de emergencia el 21 de junio.

El valle del Po, en particular, está sufriendo una escasez extrema de agua porque no ha habido nieve este invierno. El bajo nivel del mayor río de Italia es especialmente problemático porque el agua salada del mar fluye ahora unos 21 kilómetros hacia el interior. Para socorrer a los agricultores, se han presentado solicitudes para aumentar el caudal del lago de Garda, primero en diez y luego en 30 metros cúbicos por segundo. Con sus 50 kilómetros cúbicos de capacidad, el lago de Garda es el mayor depósito de agua del norte de Italia. Dado que el lago de Garda está relativamente lleno en comparación con el lago de Como y el lago Maggiore, en torno al 60%, los expertos consideran que la apertura de las esclusas está perfectamente justificada. Pero las comunidades del lago de Garda dan la voz de alarma y temen que, tras el Po, el lago agote pronto sus reservas. Los proveedores de electricidad Enel, Edison y A2A se han solidarizado con los agricultores acordando liberar un total de cinco millones de metros cúbicos de sus embalses en los próximos días.

Los viticultores del norte de Italia también temen por su cosecha. El enólogo de Moscato Francesco Bocchino (Bodega Tojo), del Piamonte, expresa su preocupación: "Nuestras vides están sufriendo mucho por el estrés de la sequía, especialmente las que están orientadas al sur. Todas las reservas de agua se han agotado, los pozos se han secado, los ríos están en un nivel muy bajo. Aunque hoy ha llovido un poco, si no hay lluvias importantes en las próximas semanas, lo veo negro para este año".

La viticultora de Lambrusco Silvia Zucchi, de San Próspero, cerca de Módena, también está desesperada. Sus viñedos recién plantados están al borde del colapso. "Instalamos especialmente un sistema de riego muy caro, pero ahora el gobierno regional nos ha prohibido regar las viñas. Es un desastre financiero para nosotros".

A los agricultores sólo les queda la esperanza de que llueva, pero las previsiones meteorológicas para los próximos días prometen récords de calor para el norte y el centro de Italia.

(ru / Fuentes: Il Sole24ore; Frankfurter Rundschau, investigación propia; foto: 123rf.com)

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