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Hace unos días, 180 científicos de 23 países se reunieron en Landau (Palatinado) con motivo del simposio internacional sobre mejora y genética de la vid para debatir los resultados de las investigaciones, especialmente sobre la resistencia de las variedades de uva y la mejora de los piwis. El Instituto Julius Kühn (JKI) de Geilweilerhof en Siebeldingen (Palatinado) fue el organizador.
En el simposio, los expertos intercambiaron nuevos hallazgos, métodos y técnicas. También se habló del potencial de las variedades antiguas o de las especies silvestres que se conservan en los bancos de genes. Los avances internacionales en el esclarecimiento de la resistencia al mildiu, al moho gris (botrytis) y a la podredumbre negra son significativos, "lo que podría contribuir considerablemente a la reducción de los gastos de protección de las plantas". Los resultados de los estudios sobre la tolerancia a las quemaduras solares en la vid también son cada vez más importantes en vista del cambio climático, dice la declaración final.
"El trabajo genético beneficia tanto a la viticultura ecológica como a la integrada y es indispensable para afrontar los retos que plantea el cambio climático y aumentar la sostenibilidad de la viticultura", explicó el Prof. Dr. Reinhard Töpfer, director del Instituto de Mejora Genética de la Vid del JKI. El cambio de variedades es "inevitable en las próximas décadas" si se quiere preservar los paisajes culturales de las regiones vitivinícolas de gran valor turístico. Los científicos participantes coincidieron en esta perspectiva.
"Las exigencias de la política y la sociedad de reducir el uso de productos fitosanitarios, así como las consecuencias del cambio climático, que se está haciendo patente, subrayan la importancia del trabajo de investigación sobre la obtención de nuevas variedades de uva presentado en el simposio", resumió Töpfer. "En la investigación de la cría, nos tomamos esto como un incentivo para seguir dilucidando la genética que hay detrás de los rasgos de la vid y para encontrar métodos que hagan más eficiente el proceso de cría", continuó Töpfer. Se necesita "poder de permanencia, ya que la actual generación de Piwis, por desgracia, se está abriendo paso lentamente en los viñedos alemanes".
(uka / Foto: Julius Kühn-Institut)