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En una primera estimación, la Comisión Europea parte de la base de una cosecha de vino inferior a la de 2022. Se prevé una producción de unos 161 millones de hectolitros. Esto supone un 3% menos que el año anterior y un 2% menos que la media quinquenal europea. Sobre todo, los dos grandes países productores, España e Italia, registran este año importantes pérdidas debido a la plaga de hongos y a la sequía extrema. Italia prevé pérdidas de unos 15% y 42 millones de hectolitros, España sólo 36 millones de hectolitros. Con una producción estimada de 45 millones de hectolitros, Francia encabeza las estadísticas de producción en 2023 a pesar de todas las dificultades.
Sin embargo, los menores volúmenes de cosecha no deberían suponer demasiado problema para sector del vino, ya que las preocupaciones por las ventas de muchas denominaciones europeas continúan. Además de Francia, España y Hungría, también se habla de destilación de crisis en Italia, Portugal y Alemania.
(ru / winzer.at)