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Alrededor de 6.000 viticultores y trabajadores de bodegas se manifestaron en Narbona el sábado 25 de noviembre para llamar la atención sobre la difícil situación de la viticultura y exigir más apoyo estatal. Según los representantes de sindicatos y cooperativas, las cadenas de distribución compran los vinos sencillos al mismo precio que hace 15 años, pero los venden a los consumidores a un precio que se ha duplicado desde entonces. Exigen una mayor participación en el margen. Además, las cadenas de distribución francesas compran mucho menos vino en Francia, pero a precios especialmente bajos en otros países. Un viticultor manifestante explica que en España se vende un hectolitro a Francia por 40 euros, frente a los 80 euros de las bodegas locales. La crisis de Covid, las heladas, el granizo, la sequía y las barreras comerciales de Estados Unidos han provocado una crisis estructural en la viticultura francesa. El Ministro de Agricultura, Marc Fesneau, ha acordado una reunión con representantes de los viticultores en los próximos días, informa el diario L'Indépendant.
Al mismo tiempo, el Senado francés ya está debatiendo un precio mínimo de venta del vino. Este debería ser de 3,50 euros por botella. Para la botella de cinco litros más barata de los supermercados, el precio aumentaría un 150%, de los 9,35 euros actuales a 23,30 euros. Con ello se pretende contrarrestar el abuso del alcohol y las 49.000 muertes anuales que provoca. En Escocia, donde los precios mínimos del alcohol están en vigor desde mayo de 2018, las ventas de alcohol han caído un tres por ciento y las muertes relacionadas con el alcohol un 13,4 por ciento, según un estudio publicado en "The Lancet".
(al / fuente: larvf; wine-searcher)