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El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, es conocido como amigo de los vinos tintos pesados y ricos en taninos. Ahora, según un informe de wine-searcher.com, parece estar entrando en el negocio del vino invirtiendo millones, a pesar de su guerra de agresión contra Ucrania. Uno de los complejos vinícolas más caros del mundo se está construyendo en Gelendzhik, una ciudad balneario a orillas del Mar Negro a unos 150 kilómetros al sureste de Crimea. Según la publicación en ruso para expatriados Agentstvo, la "ciudad del vino" incluirá el mayor almacén de vino del país, un museo interactivo del vino, salas de cata, una escuela para sumilleres y enólogos, un centro de exposiciones e incluso su propia playa. Gelendzhik es también el emplazamiento del "Palacio Putin", la lujosa residencia del Presidente ruso, valorada en 1.300 millones de euros. La ciudad del vino está siendo construida por la empresa Velesstroy, de la que se dice que ha blanqueado dinero procedente de la petrolera estatal rusa Transneft. Según Agentstvo, el principal propietario es un croata llamado Krešimir Filipović, al que los medios de comunicación rusos se refieren como "la cartera de Putin". Los documentos oficiales se refieren al propietario de la ciudad vinícola como "confidencial".
La ciudad del vino también incluye dos bodegas. Una de estilo italiano con asesores italianos, la otra de estilo francés con asesores franceses. The Insider, otra publicación rusa para expatriados, informó de que el Servicio Fiscal Federal ruso estima el valor de las dos bodegas en 160 millones de euros. La organización del disidente Alexei Navalny, fallecido en una prisión rusa, reveló que sólo las escobillas de los inodoros de la bodega de estilo francés habrían costado 700 euros cada una.
Otra bodega cercana, en Gelendzhik, propiedad del amigo de Putin Roman Abramovich, antiguo propietario del club de fútbol Chelsea FC, tendría un valor declarado de sólo unos 3,6 millones de euros. Esto llevó a The Insider a concluir: "Según una valoración formal basada en informes financieros, se habrían podido construir 42 bodegas ultramodernas de categoría mundial en lugar de dos reales con escobillas de oro". The Insider también informa de que las empresas que gestionan las dos bodegas pierden tanto dinero al año como el presupuesto anual de Gelendzhik, una ciudad de 80.000 habitantes.
(al / fuente: wine-searcher)