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El falsificador de vinos estadounidense Rudy Kurniawan, que ha cumplido siete años de cárcel, parece haber vuelto al negocio del vino. Ahora produce legalmente copias de iconos como DRC Romanée-Conti 1990, Petrus 1990, Domaine Jacques-Frédéric Mugnier Le Musigny 1990 y Château Cheval Blanc 1982 por encargo de clientes adinerados, que los catan a ciegas junto a los originales.
La experta en fraudes vinícolas Maureen Downey, de winefraud.com, explicó que en al menos dos eventos, multimillonarios de Singapur abrieron algunos de sus mejores vinos y cataron versiones de estos vinos encargadas por Kurniawan para compararlos. Según Downey, los vinos se catarían a ciegas uno al lado del otro, pero las versiones falsas resultarían más atractivas para los invitados por ser más frescas. "Esto atrae mucho al público, aunque me parece increíble que la gente le pague por su empresa y también por el hecho de falsificar vino".
En 2014, Rudy Kurniawan fue el primer falsificador de vino en Estados Unidos condenado a diez años de cárcel. Entre 2004 y 2012, había vendido vinos de alta gama falsificados a coleccionistas incautos por unos 1,3 millones de dólares. (La imagen muestra etiquetas falsificadas de RDC de su taller). También depositó vino falsificado como garantía de un préstamo de tres millones de dólares y supuestamente vendió 12.000 botellas falsificadas en una subasta en 2006.
Kurniawan debe pagar más de 28 millones de dólares en indemnizaciones a sus víctimas. Fue puesto en libertad en noviembre de 2020 y deportado a su Indonesia natal en abril de 2021. Su caso se convirtió en el documental de Netflix "Sour Grapes".
(al / fuente: wine-searcher.com, winefraud.com)