Los alemanes beben bastante menos vino espumoso que hace diez años. Según la Oficina Federal de Estadística alemana (Destatis), el año pasado se consumieron 267,8 millones de litros de vino espumoso, prosecco y champán. Esto corresponde a un consumo per cápita de 38 copas de 0,1 litros o cinco botellas por cada persona mayor de 16 años. Hace diez años, el consumo era de 49 copas o 6,6 botellas. Esto representa un descenso del 21%. Destatis no ha determinado las razones.
Para estas cifras, Destatis ha analizado los ingresos procedentes del impuesto sobre el vino espumoso. En 2022, ascendió a 352 millones de euros y, por tanto, al 0,04% del total de los ingresos fiscales federales, estatales y municipales. El impuesto sobre el vino espumoso se introdujo en 1902 para financiar la marina imperial.
(al / Fuente: Destatis)