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Al igual que en el sur de Francia, el mildiú velloso también está causando enormes problemas a los viticultores de Italia. Sobre todo en las regiones de Apulia, Abruzos y Molise, pero también en Basilicata, Umbría, Lacio y Toscana, las vides están gravemente afectadas. Las lluvias inusualmente intensas y recurrentes de mayo y junio son las responsables de la infestación masiva. En las regiones vitícolas del norte de Italia, acostumbradas a la infestación fúngica por razones climáticas, los daños son menos graves.
De momento es difícil hacer estimaciones exactas, pero el centro de observación de la asociación vinícola italiana Unione Italiana Vini (UIV) habla de pérdidas de cosecha de hasta el 40%. Especialmente los viñedos cultivados ecológicamente tuvieron que registrar grandes pérdidas.
En algunos viñedos en los que no fue posible tratar las cepas a tiempo, no habrá ni una sola uva que vendimiar", afirma Leonardo Valenti, profesor de viticultura de la Universidad de Milán. Los viticultores del sur del país, que tienen poca experiencia con la enfermedad fúngica, sólo habían reaccionado cuando el patógeno ya se había extendido considerablemente. Según Valenti, muchos productores habían subestimado el periodo de incubación.
El profesor Attilio Scienza, uno de los mayores expertos mundiales en viticultura y enología, también explica: "Al principio, el hongo sólo dañaba las hojas, pero ahora estamos viendo los primeros signos de desecación en las uvas. Entró en la uva durante la floración, permaneció latente durante unas semanas y se manifestará plenamente durante el periodo de maduración. Sólo entonces podremos cuantificar los daños".
(ru / fuente: Winenews, UIV)