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En tres regiones de Bretaña, las bodegas recién fundadas recogen su primera cosecha. Los propietarios de la bodega La Vigne et l'Abeille, en Theix Noyalo, en el golfo de Morbihan, por ejemplo, recogen por primera vez uvas de Chardonnay, Chenin Blanc, Savagnin y Pinot Noir, que plantaron en abril de 2021. En la bodega de Loïc y Marina Fourure, que aún no está totalmente desarrollada, se utilizan por primera vez prensas de vino, depósitos de acero inoxidable y bombas. La vendimia es un hito en la trayectoria de la pareja de viticultores bretones: "Primero fue la gran emoción cuando plantamos las viñas en las tierras de mi padre y mi abuelo en 2021", recuerda Marina, "ahora tenemos uvas". El joven enólogo Loïc Fourure se formó en Anjou.
A pocos kilómetros, Domaine Rhuys-Dantelezh, en Sarzeau, también está iniciando sus actividades. Marie Devigne y Guillaume Hagnier proceden de Champaña y ya están vendimiando por segunda vez, pero están procesando las uvas por primera vez en la bodega construida por el municipio, que aún se está ampliando. Alrededor del molino y del edificio circular hay cinco hectáreas de viñedos, que crecerán hasta nueve hectáreas.
En el norte de Bretaña, en la frontera con Normandía, Edouard Cazals, del nuevo Domaine des Longues Vignes, cerca de Saint-Malo, también ha empezado a vendimiar. En 2019, plantó cuatro hectáreas de viñedos con Chardonnay y se considera el "primer viticultor bretón".
La nueva asociación de viticultores "Association des vignerons bretons" agrupa actualmente a unas 30 bodegas jóvenes de Bretaña. Según sus datos, en la actualidad hay 55 hectáreas de viñedos plantados en Bretaña, y ya se han solicitado otras 250 hectáreas.
(uka / Fuente: Vitisphere)