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El Ministerio turco de Agricultura ha anunciado una ley que obliga a los productores de alcohol a pagar depósitos de entre 150.000 y 1,5 millones de euros. Estas cantidades serán confiscadas si en el futuro no se pagan posibles sanciones fiscales o administrativas. La ley es una restricción más destinada a dificultar la venta de alcohol en Turquía. Los productores ya tienen prohibida la venta de sus productos por internet y existen restricciones a la comercialización y venta al por menor. Además, ya no se puede vender alcohol en las inmediaciones de edificios públicos y escuelas.
Los viticultores turcos están estupefactos ante la nueva decisión del Gobierno. Mustafa Camlica es el director general de Chamlija Wines, uno de los mayores productores del país. Camlica declaró a la revista en línea Drinks Business: "La legislación turca sobre el IVA ya ofrece suficiente seguridad, ya que todas las materias primas, los productos semiacabados y los productos acabados se consideran garantías, aunque se vendan pero se conserven en las instalaciones de la empresa". La ley supone una intromisión en las libertades civiles y anula los derechos constitucionales.
"Si esta ley se aplica de este modo, sólo unas pocas grandes bodegas podrán seguir funcionando", pronosticó Camlica. Las cantidades en cuestión superarían los ingresos de muchas empresas".
(ru / Drinks Business)