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El oídio ha afectado principalmente a las viñas de garnacha de las regiones vitícolas del sur del valle del Ródano, desde Châteauneuf-du-Pape hasta Valréas. El asesor vitícola Rémi Vandamme confirma daños considerables en todas las parcelas. Los viticultores que no habían tratado sus viñas antes de las semanas de lluvias de finales de abril se ven ahora especialmente afectados: "Desde entonces, los que perdieron la ocasión o los que no pudieron entrar en hileras libres de malas hierbas andan a la caza de la enfermedad. Esto se aplica tanto a las explotaciones ecológicas como a las convencionales, debido a la resistencia del mildiu a muchos productos".
El viticultor ecológico Xavier Tronc, de Vaucluse, calcula que sólo el viernes 7 de junio pueden haberse perdido 100.000 hectolitros de Côtes-du-Rhône, Côtes-du-Rhône Villages y Crus de la zona a causa del mildiu. "Todas mis garnachas y cariñenas están afectadas. En algunas parcelas, una de cada dos hojas tiene mildiu, y espero que los síntomas sean muy visibles en las uvas, aunque ya he realizado seis tratamientos". No recuerda una vendimia tan complicada, dice, y la situación es peor que en 2008 y 2018. Como muchos de sus colegas, ahora espera tres semanas de viento de mistral para secar las viñas y el suelo. "Si tenemos viento y no llueve demasiado, la situación debería calmarse", dice Vandamme. Sólo en Châteauneuf-du-Pape, donde llovieron otros 30 milímetros el pasado domingo, la situación sigue siendo crítica, afirma el asesor vitícola.
(al / Fuente: vitisphere)