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¿Cuándo se debe fumigar la vid?
Aunque ésta sea a menudo la expresión coloquial: No es el vino como bebida lo que se rocía (excepto en Austria, donde significa mezclar el vino con agua mineral), sino la planta, es decir, la vid en el viñedo.
Pulverizar los viñedos sirve para Protección de las plantas. Las vides y las uvas tienen muchos enemigos naturales, como bacterias y virus, hongos, insectos, pájaros y animales salvajes. Para combatir estas enfermedades y plagas existen productos fitosanitarios químicos y biológicos, que suelen aplicarse en forma líquida. Se distingue entre pulverización y riego: Regar significa que el plaguicida se mezcla con agua y se aplica al viñedo, mientras que pulverizar significa que la mezcla de plaguicida y agua se aplica con la ayuda de una corriente de aire soplado. Según la finura de las gotas resultantes -depende de la boquilla utilizada-, esta técnica puede diferenciarse entre pulverización, rociado y nebulización. La pulverización requiere entre un 50% y un 70% menos de agua que el riego.
Las siguientes explicaciones se refieren a todos los tipos de aplicación de productos fitosanitarios líquidos. Muy importante: se trata sólo de consejos generales y no pueden ser válidos por sí solos. Antes de utilizar cualquier producto fitosanitario, es imprescindible leer y observar el etiquetado de peligro (peligroso para el medio ambiente, nocivo para la salud, tóxico) y las instrucciones de uso en cualquier circunstancia
Efectos de los productos fitosanitarios
Los productos fitosanitarios (Plaguicidas) pueden dividirse en Fungicidas (que actúan contra los hongos y pueden contener azufre y cobre, entre otros), Bactericidas (que actúan contra las bacterias), Insecticidas (que actúan contra los insectos) y Herbicidas (que actúan contra las malas hierbas ). Como todos estos agentes matan la vida(microorganismos, animales y/o plantas) y tienen efectos sobre el ecosistema del viñedo, es esencial que se utilicen de forma responsable. Para ello es necesario conocer el modo de acción y la aplicación del plaguicida, así como el equipo y el funcionamiento adecuados del equipo de aplicación. Además de la dosificación correcta del producto -de acuerdo exclusivamente con la dosis de aplicación autorizada (kg/ha o l/ha)-, también deben respetarse un almacenamiento y una eliminación adecuados, la distancia prescrita a las masas de agua y la protección necesaria de los usuarios. Esto se debe a que los productos fitosanitarios químicos, en particular, también pueden tener un efecto tóxico sobre los organismos beneficiosos y los cultivos, así como sobre las aguas subterráneas y, por tanto, sobre los seres humanos y los animales en general, aparte de los riesgos para la salud que puedan existir para el usuario durante su utilización.
La eficacia de los productos fitosanitarios depende de diversos factores. Entre ellos se encuentran el clima, la hora del día, la técnica de pulverización o nebulización (boquilla, presión, tipo de ventilador, disposición y ajuste), la fase de desarrollo de la vid (y la densidad de follaje asociada), el modo de acción del producto y el riesgo de infestación por enfermedades o plagas (presión de infestación). La cantidad utilizada, el pH del agua y el tamaño de las gotas también influyen en el éxito.
Momento y frecuencia de la pulverización
Para hacerse una idea de las proporciones: Todas las partes verdes (es decir, dignas de protección) de la vid -hojas, sarmientos y racimos- alcanzan una superficie de 30.000 a 40.000 metros cuadrados por hectárea, en función de la fuerza de crecimiento, la variedad de uva y la forma de conducción. La superficie foliar, que puede extrapolarse a partir del crecimiento de la longitud de los sarmientos, es decisiva para la dosificación del producto fitosanitario: En años con condiciones climáticas normales para la región de cultivo, la superficie foliar por sarmiento (brote de la vid) crece unos 400 centímetros cuadrados en diez días. Transcurrido este periodo, según una regla empírica aproximada, se requiere un nuevo tratamiento para proteger las partes de la planta que acaban de crecer. Sin embargo, el crecimiento de la superficie foliar en el periodo vegetativo comprendido entre finales de mayo y principios de agosto también depende en gran medida de las condiciones meteorológicas, por lo que las labores fitosanitarias deben adaptarse cada año a las condiciones respectivas.
El calendario de los trabajos fitosanitarios se basa en las previsiones pertinentes sobre la probabilidad de que se produzcan enfermedades y plagas en el año en cuestión. Para ello, es necesario vigilar constantemente los viñedos para detectar los síntomas correspondientes. También es crucial vigilar continuamente los factores meteorológicos relevantes que aumentan la presión de las enfermedades (véase más adelante); esto es posible, por ejemplo, con la ayuda de estaciones meteorológicas locales. Además, el desarrollo de determinadas plagas animales, como la polilla del racimo, puede vigilarse mediante la puesta de huevos en pequeñas jaulas y/o el uso de trampas de feromonas.
El uso de fitosanitarios también depende de si el viticultor trabaja de forma convencional, integrada u orgánica:
- En la viticulturaconvencional, la protección fitosanitaria es profiláctica y más bien no dirigida, utilizando (al menos predominantemente) agentes químicos: Según planes calendáricos precisos, a menudo dictados por la industria agrícola (los fabricantes de los agentes), los pesticidas se aplican regularmente como medida preventiva sin vigilar el desarrollo de enfermedades o la infestación por plagas. No se tienen en cuenta los efectos negativos sobre el ecosistema del viñedo. Sin embargo, esta forma de viticultura es cada vez menos frecuente.
- La protección integrada de las plantas se basa en una combinación de métodos mecánicos, físicos, biológicos, biotécnicos y químicos, por lo que la protección fitosanitaria química sólo debería tener un efecto complementario. Las medidas dependen, entre otras cosas, de la climatología, del estado de desarrollo de la vid y de la infestación del año anterior. La observación constante del viñedo y de las condiciones meteorológicas es especialmente importante en este caso.
- En viticultura orgánica o ecológica sólo se utilizan productos fitosanitarios ecológicos. En general, los herbicidas están prohibidos y se prefieren otros medios de protección contra insectos, animales y microorganismos. No obstante, algunas enfermedades fúngicas pueden combatirse o prevenirse con mayor eficacia aplicando fungicidas que contengan azufre o cobre. Los hongos se desarrollan especialmente bien en un ambiente cálido y húmedo, y con la ayuda de los modernos métodos meteorológicos es posible predecir la evolución del tiempo con bastante fiabilidad. Por ello, cada vez son más los viticultores que sólo utilizan productos fitosanitarios cuando existe un riesgo real de enfermedad (en términos técnicos: cuando aumenta la presión fúngica).
En los meses más cálidos del año, lo más sensato es aplicar las sustancias activas a primera hora de la mañana o al atardecer. Para que las gotas de la mezcla de ingrediente activo y agua alcancen la superficie de la planta y se adhieran a ella, la humedad debe ser lo suficientemente alta, de lo contrario el agua en la que se disuelve el ingrediente activo puede evaporarse al menos parcialmente en el aire, lo que resulta en una protección insuficiente. Además, el principio activo necesita tiempo para penetrar (unos 15 minutos a título orientativo).
La duración del efecto del producto, que suele oscilar entre 6 y 21 días, depende por tanto de las condiciones meteorológicas(la lluvia arrastra de nuevo el ingrediente activo), del momento de la pulverización (véase más arriba), de la eficacia del mojado (calidad de la aplicación) y de la cantidad de ingrediente activo que haya quedado del tratamiento anterior. Ahora que la viticultura integrada y ecológica son cada vez más populares, los productos fitosanitarios biológicos también se utilizan cada vez más. Sin embargo, al ser menos agresivos que los pesticidas químicos, deben aplicarse con más frecuencia: Estos agentes son más respetuosos con el medio ambiente, pero la frecuencia de su uso es mayor.
Ejemplos de enfermedades fúngicas: Oidio y mildiu
El mayor peligro para las vides y las uvas proviene de enfermedades fúngicas como el oídio y el mildiu. Por lo tanto, se consideran aquí como ejemplos con vistas a la protección de las plantas.
Oidio (Oidium)
Los síntomas son
- manchas de color marrón rojizo a marrón púrpura, irregularmente ramificadas, en madera de un año de edad
- brotes infectados(ojos) con una capa fúngica blanca
- recubrimiento blanco grisáceo y harinoso en todas las partes verdes de la vid
- olor a humedad en el viñedo
factores favorables:
- tiempo cálido con mucha humedad
- Temperatura de 21 a 26 °C
- Humedad del 50 al 95
medidas de cultivo preventivas
- conducción aireada de las cepas
- trabajo concienzudo del follaje
- controles regulares de los síntomas
tratamiento preventivo:
- durante la brotación: tratamiento con un dos por ciento de azufre neto (valor orientativo 3 kg/ha)
- periodo de tratamiento más importante: 10 días antes de la floración (normalmente a finales de mayo), inicio de la floración (normalmente a principios/mediados de junio) y al final de la floración (cuando aproximadamente el 80 % de los capuchones florales estén abiertos)
- al inicio y durante la floración: pulverización con un producto de tratamiento del oídio cada 7 a 10 días, añadiendo azufre en red si es necesario
- al final de la floración (normalmente julio/agosto): trabajo foliar cuidadoso y pulverización de tratamiento de oidio con azufre neto añadido (directriz 2-3 kg/ha)
- a partir de mediados de agosto, no utilizar más azufre en red, ya que puede perjudicar el sabor del vino(magulladuras)
Tratamiento en caso de infestación:
- Lavado con solución jabonosa blanda al 1,5
- Aplicación de agente de tratamiento del oídio con adición de azufre neto, como se ha descrito anteriormente
Mildiu (Peronospora)
Los síntomas son
- manchas redondas, de 2-3 cm de tamaño, de color claro y aceitosas en el haz de las hojas
- césped fúngico blanco en el envés de la hoja
- césped fúngico de color blanco a amarillento en los capítulos florales (inflorescencias) y en las bayas jóvenes
factores favorables:
- tiempo cálido y húmedo prolongado
- lluvias intensas (5-10 mm en 2-3 días)
- 4-6 horas de mojado de las hojas a al menos 10 °C durante 24 horas
medidas de cultivo preventivas
- emparrado alto y extensivo de las cepas
- trabajo concienzudo del follaje
- fertilizaciónnitrogenada moderada
tratamiento preventivo:
- periodo de tratamiento más importante: durante la floración
- tratamiento con Peronospora cada 7 a 10 días
Karl Bauer: Viticultura, Agrarverlag