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¿Por qué hay que injertar las vides?
En la segunda mitad del siglo XIX, un peligroso pulgón provocó una catástrofe en Europa: la filoxera. Atacó las raíces de la vid y destruyó la mayor parte de la población europea de vid en unas pocas décadas.
En América, en cambio, la filoxera existe desde hace millones de años. Las vides de allí han desarrollado una resistencia a la filoxera y son inmunes a ella. A finales del siglo XIX, se empezaron a injertar vides europeas en las resistentes partes inferiores de las vides americanas. Este procedimiento se llama injerto de vid.
Salvo contadas excepciones -vides sin raíz-, las vides injertadas se encuentran hoy en día en los viñedos europeos.